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17 hábitos que pueden dañar la salud y la estética de tus dientes

Existen muchos hábitos cotidianos que pueden dañar tus dientes y que puedes evitar. Si además mantienes una alimentación saludable, una buena higiene oral y nos visitas regularmente, mantendrás una hermosa sonrisa toda la vida.

 

1.   Masticar hielo

Podrías pensar que como es natural y no contiene azúcar, el hielo es inofensivo. Pero comer cubos duros y congelados puede trizar o incluso romper los dientes y las restauraciones o incluso dañar la pulpa, el tejido blando dentro del diente (el nervio)  haciendo que aparezca dolor de muelas en forma regular.

La obsesión por masticar hielo se llama pagofagia y pertenece al Síndrome de Pica, que es un trastorno alimentario que provoca deseos de masticar e incluso comer sustancias no destinadas al consumo humano (papel, fósforos, lápices, etc.)

Aunque no está del todo clara la causa de la pagofagia, se ha asociado al déficit de minerales como el hierro y el zinc y con la ansiedad y el estrés.

 

2.   Jugar deportes sin protector bucal

Ya sea que juegues fútbol, ​​hockey o cualquier otro deporte de contacto, no te metas en el juego sin un protector bucal. Esta es una pieza de plástico, moldeado a tu medida, que protege tus dientes de posibles golpes o caídas. Sin ella, tus dientes podrían astillarse o incluso fracturarse o caerse si el partido se pone intenso. Lo ideal es que tu dentista te haga un protector personalizado.

 

3.   Mamadera nocturna

Nunca es demasiado pronto para comenzar a cuidar los dientes. Darle a tu hijo una mamadera con jugo o leche  para ir a la cama puede ser nefasto para sus nuevos dientes, tu bebé puede acostumbrarse a quedarse dormido con la mamadera en la boca, lo que permite que el azúcar quede adherida a la superficie del esmalte durante toda la noche.

Lo ideal es que se acostumbre a lavarse los dientes antes de ir a dormir, desde que aparece el primero! En esos días en que caen rendidos antes de ponerse el pijama, el truco es limpiarles los dientes con una gasa o paño húmedo mientras duermen.

 

4.   Piercings en la boca

Estos accesorios de moda pueden producir muchos trastornos dentro de la boca. En los dientes pueden generar pequeñas fracturas y fisuras, enchuecarlos, soltarlos e incluso hacer que se caigan. Además, aumentan el riesgo de sufrir problemas en las encías, como inflamación, sangramiento, retracción, infección y abscesos.

Al hacer una perforación de la lengua existe el riesgo de perforar accidentalmente un vaso sanguíneo grande, lo que puede causar una hemorragia grave.

 

5.   Pastillas para la tos

El hecho de que los jarabes y las pastillas para la tos se vendan en la farmacia no significa que sean saludables; la mayoría tienen varios ingredientes que aumentan el riesgo de caries y problemas orales, como:

  • Jarabe de maíz, sucralosa, fructosa: cuando las bacterias en tu boca se alimentan de estos azúcares, los descomponen y forman ácidos que dañan la superficie del esmalte de tus dientes.
  • Ácido cítrico: puede desgastar el esmalte de los dientes.
  • Etanol: algunos jarabes para la tos y el resfrío incluyen este alcohol en su fórmula, lo que provoca un efecto de sequedad en la boca. Como la saliva ayuda a enjuagar las azúcares y los ácidos de los dientes en forma natural, cuanto menor cantidad de saliva, mayor es el tiempo en que permanecen los azúcares y los ácidos en la boca, lo cual significa un mayor riesgo de aparición de caries.
  • Jarabe de maltitol: es un alcohol de azúcar no cariogénico, pero que puede favorecer la candidiasis (infección por el hongo llamado cándida)

Ya sea que el azúcar provenga de un jarabe, una pastilla para la tos o un caramelo duro, reacciona con la placa de bacterias que recubre los dientes. Luego, las bacterias convierten el azúcar en un ácido que se debilita al esmalte dental… y así es cómo comienza una caries.

La recomendación no es que te olvides de los jarabes y pastillas para la tos, sólo debes seguir algunos trucos para disminuir su efecto dañino:

Trata de elegir medicamentos para la tos que vengan en pastillas o cápsulas.

Si vas a usar jarabes o caramelos para la tos, hazlo antes de las comidas, porque al comer, la secreción de saliva aumenta, lo que neutraliza el efecto nocivo de estos medicamentos en tu boca.

Nunca tomes jarabes o caramelos antes de dormir. Esto vale también para las golosinas normales!

Si tomas un jarabe o usas una pastilla para la tos entre comidas, enjuágate con agua, mucha agua!

 

6.   Gomitas y calugas

Todas las golosinas azucaradas favorecen la aparición de caries dental, pero algunos dulces son peores que otros. Las gomitas y las calugas se adhieren a tus dientes, manteniendo el azúcar y los ácidos resultantes en contacto con el esmalte durante horas. Si eres adicto a estas criaturas gomosas y la vida no es la misma sin ellas, te sugerimos que las dejes para antes de las comidas (lo mismo que explicamos sobre los jarabes). Se produce más saliva durante las comidas, lo que ayuda a eliminar los trozos de caramelo y los ácidos.

 

7.   Bebidas gaseosas

Las bebidas de fantasía tienen un pH ácido y altos (altísimos) niveles de azúcar, lo que explica el efecto corrosivo que tienen sobre tus dientes. Algunos investigadores han llegado a decir que su consumo frecuente daña tanto los dientes como el consumo de cocaína o metanfetaminas.

Es que cada porción puede llegar a tener 10 cucharaditas de azúcar! Y como si no fuera suficiente, además tienen ácidos fosfórico y cítrico, que destruyen el esmalte dental. Los refrescos dietéticos le permiten omitir el azúcar, pero pueden tener incluso más ácido en forma de edulcorantes artificiales.

 

8.   Usar tus dientes como herramienta

Este es un hábito muy común, que puede causarle un desmayo a tu dentista. Da lo mismo si es una bolsa plástica o el seguro de una granada, usar los dientes como herramientas puede hacer que se agrieten, fracturen o pierdan alguna restauración, sin contar con el alto riesgo de heridas en la encía. Es mejor, que tengas siempre  a mano las tijeras y los abrebotellas. En pocas palabras, tus dientes solo deberían usarse para comer.

 

9.   Bebidas deportivas

No hay duda de que una bebida deportiva fría es refrescante después de un buen entrenamiento. Pero estas bebidas generalmente son altas en azúcar. Al igual que las gaseosas o los dulces, las bebidas azucaradas para deportistas crean un ataque ácido sobre el esmalte de tus dientes. Beberlas con frecuencia aumenta el riesgo de tener caries. Una mejor manera de mantenerse hidratado en el gimnasio es beber agua sin azúcar y sin calorías.

 

10.  Jugo de frutas

El jugo de frutas es rico en vitaminas y antioxidantes, hasta ahí vamos bien, pero la mala noticia es que la mayoría de los jugos también están cargados de azúcar. Algunos jugos pueden llegar a tener la misma cantidad de azúcar por porción que una bebida. Por ejemplo, sólo hay 10 gramos más de azúcar en una bebida de naranja que en un jugo de naranja. Las frutas son naturalmente dulces, así que te recomendamos que prefieras jugos que no tengan azúcar agregada. También puedes reducir el contenido de azúcar diluyendo el jugo con un poco de agua.

 

11.  Alimentos ricos en almidón

Las bacterias en la placa también descomponen las comidas con almidón en ácido. Este ácido puede atacar los dientes durante los próximos 20 minutos, incluso más si la comida está atrapada entre los dientes o si comes a menudo. Es posible que desee usar hilo dental después de comer papas fritas u otros alimentos con almidón que tienden a atorarse en los dientes.

Los alimentos que contienen más almidón son: pan, arroz, pastas, cereales, papas, choclo, jugos de fruta, leche y avena.

Por supuesto, el consejo no es que los elimines completamente de tu dieta, sólo debes consumirlos con moderación, preferir las versiones integrales e incluirlos de preferencia en el desayuno.

 

12.  Picoteo constante

Los picoteos producen menos saliva que una comida y muchas veces quedan restos entre los dientes durante horas. Evita los bocadillos con demasiada frecuencia, es mejor que te ordenes para comer un refrigerio entre las comidas principales, de preferencia bajo en azúcar y almidón, por ejemplo, palitos de zanahoria.

 

13.   Masticar los lápices

Si eres de los que necesitan morder un lápiz cuando se concentra en el trabajo o los estudios, te tenemos malas noticias: igual que comer hielo, este hábito puede hacer que el esmalte del diente se trice o se rompa

El morder cosas en forma inconsciente como los lápices, clips, las uñas etc. es un comportamiento compulsivo que surge como respuesta al estrés, aburrimiento, miedo, ansiedad o cualquier emoción generada a partir de una situación negativa.

El chicle sin azúcar es una mejor opción cuando sientes la necesidad de masticar. Activará el flujo de saliva, que protege tus dientes contra los ácidos que debilitan el esmalte.

 

14.   Tomar café

A lo largo de la historia, el café ha sido ángel y demonio. En la actualidad se sabe que aporta beneficios a la salud, por su efecto antioxidante previene la diabetes tipo II y reduce el riesgo de presentar enfermedades degenerativas del sistema nervioso, como el Parkinson o el Alzheimer. En dosis moderadas protege al corazón y previene la aparición de ciertos tipos de cáncer.

Pero en tus dientes la historia es distinta, ya que el color oscuro y la acidez del café pueden causar coloración amarillenta con el tiempo. El causante de las manchas en el café, té y vino es una sustancia llamada tanino, que es un tinte vegetal de origen natural que se adhiere a la superficie de esmalte.

La buena noticia es que es una de las manchas más fáciles de tratar con distintos métodos de blanqueamiento, porque el café no es una sustancia abrasiva, por lo tanto, las manchas que provoca son superficiales.

Si eres de los que necesita varias tazas de café al día para funcionar, el consejo es que lo converses con tu dentista, para que refuerce las técnicas de cepillado y de seda dental, planifiquen una terapia de blanqueamiento si lo sientes necesario y para que coordinen los controles con más frecuencia. Algunos trucos para disminuir las manchas producidas por el café son: enjuagarse con agua después de una taza de café, cepillarte sólo si lo tomas sin azúcar, no tomar el café demasiado caliente y agregarle leche.

 

15.   Fumar

Los cigarrillos, así como otros productos de tabaco, pueden manchar los dientes y hacer que se caigan como resultado de la enfermedad de las encías.

La causa de estas manchas en fumadores es la nicotina y el alqitrán. Pero el problema no termina ahí, porque el tabaquismo disminuye el flujo salival, lo que favorece la formación de caries y el mal aliento.

El cigarro hace que la encía reciba menos sangre y oxígeno. Si la encía se enferma, el cigarro acelera el problema pudiendo causar la pérdida de dientes.

El tabaco también puede causar cáncer de boca, labios, lengua y glándulas salivales.

 

16.   Beber vino tinto

El vino contiene antioxidantes naturales llamados polifenoles, que desaceleran el crecimiento de las bacterias que viven en la superficie de los dientes y en la encía.

Sin embargo, la acidez del vino corroe el esmalte de los dientes, creando asperezas que hacen que los dientes sean más vulnerables a las manchas. El vino tinto también contiene un pigmento profundo llamado cromógeno y taninos, que ayudan a que el color se adhiera a los dientes. Esta combinación facilita que el color rojo del vino permanezca en tu boca mucho más de lo que demoraste en tomarlo.

 

17.   Beber vino blanco

Podrías pensar que con el vino blanco le ahorrarías las manchas en los dientes, pero no es así, ya que también es ácido, lo que debilita el esmalte, dejando los dientes porosos y vulnerables a las manchas de otras bebidas y alimentos. Como el vino blanco no tiene cromógeno, produce manchas menos intensas que el vino tinto

Para combatir las manchas causada por el vino, te recomendamos usar pasta de dientes con un agente blanqueador suave.

 

¿Cuántos de estos hábitos tienes tú? ¿Conoces algún otro que te gustaría discutir?

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